El Instituto Nacional de Vías (Invías) ejecutará unas obras de “mayor envergadura” en el puente de la calle 30, en Soledad, para 2025. El director de la entidad, Juan Carlos Montenegro, en su visita a Barranquilla, anunció estas intervenciones que buscan -según dijo- reparar varias situaciones que actualmente presenta la infraestructura.

“Hoy, ante la asignación de esta responsabilidad, estamos estructurando procesos que nos permitan, el año 2025, acometer obras de mayor envergadura para corregir las situaciones de estado superficial, tratamiento de aguas superficiales y el mejoramiento de esa estructura que ya desde el 25 de julio está a cargo del Instituto Nacional de Vías”, aseguró.

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El alto funcionario sostuvo que aún no se define el costo de inversión que requieren estos trabajos, ni el tiempo -con exactitud- que llevará desde el momento de su intervención hasta su finalización.

“En este momento no lo tenemos identificado. Estamos, desde que recibimos la infraestructura, haciendo las revisiones del caso que nos permitan identificar cuál es la necesidad de inversión en las diferentes etapas de corto, mediano y largo plazo para la recuperación de la vía. Esperamos hacerlo terminando entre febrero y marzo del próximo año 2025 para estructurar e identificar el presupuesto necesario acometer estas obras”, explicó Montenegro.

Reiteró que lo ocurrido en el puente se debió a unas filtraciones en una tubería agua que pasaba por debajo de esa vía y que ante el incremento de las lluvias se generó una socavación en el terraplén.

“Si bien el terraplén forma parte de la estructura del puente, estructuralmente el puente no tiene afectación, fue el terraplén que con la ayuda de Triple A, quien es el encargado y el responsable de esta tubería, hizo las reparaciones del caso. Se hizo el traslado de esa tubería y se revisaron unas interferencias con un tubo de gas que también se encontró allí. Se rellenó ese punto y el Invías terminó la estructura del pavimento en la superficie”, recordó.

El director del Invías precisó que quedan pendientes el ajuste de las barandas y las condiciones del mantenimiento rutinario de la estructura que se realizaría con los contratos que se tienen pendientes.

Montenegro explicó el por qué de la demora en la intervención de este tramo vial y de la importancia estratégica para el departamento del Atlántico. Indicó que solo hasta 25 de julio de este año fue que el Invías recibió este tramo vial para su operación.  

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“Esta estructura y el tramo entre este puente y el aeropuerto, más o menos 6.5 kilómetros, estaban originalmente contenidos en una concesión vial que tenía a cargo la ANI, cuando esa concesión vial se reestructura y se deja a cargo de la concesión actual, el Distrito Barranquilla, el departamento y la comunidad gubernamental del sector, levantó la mano solicitando la liberación del tramo para la posible instalación de un tranvía, proyecto que nunca se llevó a cabo”, explicó.

En ese sentido, manifestó que ese tramo de 6.5 kilómetros no quedó dentro de la actual concesión que la ANI está ejecutando y tampoco se hizo la reversión, que es el proceso legal correspondiente, al Instituto Nacional de Vías.

“Este proceso se finalizó el 25 de julio de este año, fecha a partir de la cual el Instituto Nacional de Vías se hace cargo de este tramo. Ante esa condición, los presupuestos establecidos para el año 2024 no tenían en ninguna circunstancia la implementación de este tramo vial ni del puente. Hoy ya ante la asignación de esta responsabilidad estamos estructurando procesos que nos permitan, el año 2025, acometer obras de mayor envergadura”, puntualizó.

Puente de la Cordialidad

El director del Invías, Juan Carlos Montenegro, aseguró que el puente de la Cordialidad tiene algunas situaciones que han afectado el transcurso natural de los cauces de agua que por ahí circulan y por consiguiente el estado de la vía en una de sus ‘orejas’, además de la movilidad.

“Hay unas canalizaciones y unas alcantarillas que se taparon por efecto de una escombrera que tienen allí al lado del puente, hay invasión de espacio público, hay condiciones de estrechamiento fuerte respecto a lo que es la vía concesionada con el puente y la entrada de la ciudad”, dijo.

Señaló que estas condiciones se están revisando y al tiempo estructurando unos procesos que permitan adelantar estudios de fase 3, que son la etapa previa de construcción, para con el presupuesto del próximo año 2025 se puedan identificar las condiciones de mejoramiento de la estructura. Esta medida se ha manejado -dijo Montenegro- como una solución a largo plazo.

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En el corto plazo e inmediato, manifestó que se tienen dos contratos de mantenimiento, uno que es el rutinario que consiste en la limpieza, verificación de estado de las barandas, verificación de estado superficial tanto de las orejas como de la estructura.

Por otra parte, un segundo contrato complementario que consiste en una mezcla en caliente de pavimento que permitirá -según explicó- recuperar la zona que hoy presenta un alto deterioro en la circulación superficial de los vehículos.

“El puente tiene una necesidad de establecer estudios y diseños de fase 3 para identificar claramente cuáles son las condiciones actuales y necesarias de ampliación de una nueva estructura, eso lo acometeremos en el año 2025. Producto de ese estudio, tendremos claridad de cuál es la obra que hay que ejecutar y el costo que requiere esta intervención”, apuntó el alto funcionario.